Hoy, en la ciudad, todos, absolutamente todos, se levantaron con granos de azúcar en los labios. Pero sólo se dieron cuenta los que, al despertarse, se besaron.
Me daba a mí en la nariz que esta entrada te iba a gustar.
La he sacado de un librito de relatos cortos que regalaban con una revista, pero ni recuerdo cuál era ni en el libro pone nada, así que no la he podido citar como fuente.
Wow, qué dulce!! ¿De dónde sacaste ésto?
ResponderEliminarMe daba a mí en la nariz que esta entrada te iba a gustar.
ResponderEliminarLa he sacado de un librito de relatos cortos que regalaban con una revista, pero ni recuerdo cuál era ni en el libro pone nada, así que no la he podido citar como fuente.
Pues es maravillosa, y perfecta para una tarde de domingo. Gracias!!! Muuuuuuuac!!
ResponderEliminarQué despertar tan bonito, me encanta... esta noche antes de dormir voy a meter la boca en el azucarero
ResponderEliminarBueno, para eso mismo también puedes llevarte a casa algunas de las gominolas del despacho (y las vas quitando de en medio)
ResponderEliminarY si el beso no es al despertar, guardaré el azucar de mis labios hasta que coincidamos.
ResponderEliminarMe ha encantado, gracias