Gotham, un nombre que trae a la cabeza callejones oscuros donde un justiciero enmascarado lucha por la justicia. Sin embargo, ¿qué pensáis si os digo que durante varios siglos su nombre estuvo asociado a chistes de gente torpe o de pocas entendederas?
Batman intentando recordar dónde aparcó el batmóvil. (Ilustración de Jaime Rama para la película Batman, el caballero oscuro. Fuente). |
Los hombres sabios de Gotham
El origen del nombre de Gotham nos lleva varios siglos atrás en el tiempo y al otro lado del océano, hasta la Inglaterra medieval. Allí podían oírse chistes como "Un hombre llega al mercado montado a caballo con dos sacos de trigo sobre los hombros. Cuando le preguntan por qué carga con los sacos él responde que es para no cansar al caballo", o como el inquilino que, como sus pagos se estaban retrasando, decide atar el dinero a un liebre para que fueran más deprisa.
"A una liebre, ¿lo pillas? Porque las liebres van rápido y él se estaba retrasando. Bueno, el dinero era lo que se retrasaba... Déjalo, no sé por qué sigo intentándolo." |
Hoy en día puede que no nos resulten muy graciosos, aunque supongo que en una sociedad donde tu principal preocupación era no morirte de hambre y frío en invierno no era muy exquisitos con el subtexto. Pero lo que nos interesa aquí es lo que estos y otros chistes tenían en común; estaban protagonizados por ciudadanos de Gotham, un humilde pueblo del condado de Nottingham. La fama de los hombres sabios de Gotham fue tal que incluso se hicieron recopilaciones, como el Merrie Tales of the Mad Men of Gotham, publicado en el siglo dieciséis. Sin embargo, si buceamos en el origen de la historia nos encontramos con que los hombres de Gotham resultaban ser bastante más inteligentes de lo que indicaba su fama.
Retrocedemos hasta el siglo doce, cuando el rey Juan I de Inglaterra (sí, el de Robin Hood, pero esto no tiene nada que ver con él) decide acercarse a visitar la ciudad de Nottingham (sí, la del sheriff de Robin Hood, pero ya os he dicho que no tiene nada que ver). Por el camino debía pasar por la villa de Gotham.
El rey Juan I de Inglaterra cazando un ciervo mientras hace malabares con rectángulos dorados. De The National Portrait Gallery History of the Kings and Queens of England de David Williamson (fuente). |
Pero cuando apareció el heraldo del rey su acogida no fue lo que podríamos calificar de amable, hasta el punto que tuvo que salir del pueblo a toda velocidad esquivando las pedradas de los lugareños. ¿Qué tenían los ciudadanos de Gotham en contra del rey Juan? (Y no me vengáis otra vez Robin Hood, hay que ver la obsesión que tenéis con el tema.)
La razón de esta inquina era que, por ley, camino por donde pasara el rey, camino que se convertía en camino real, obligando a los habitantes de la zona a hacerse cargo de su mantenimiento. El rey Juan no se tomó nada bien el trato dado a su mensajero y despachó un puñado de caballeros a dar un escarmiento a los habitantes de Gotham y, de paso, recordarles el puesto que tenía cada uno en la pirámide feudal.
Los ciudadanos de Gotham, una vez pasado el calentón, empezaban a darse cuenta del lío donde se habían metido. Una cosa era tirarle piedras a un mensajero y otra muy distinta enfrentarse a un puñado de tanques a caballo. Y aquí entró en juego el ingenio que acabaría haciéndoles famosos.
Libro de chistes sobre los lunáticos de Gotham. |
Cuando los caballeros llegaron al pueblo notaron que algo raro pasaba. En lo alto de una colina colina unos aldeanos arrojaban quesos rodando para que fueran ellos solos a venderse al mercado de Nottingham; otro intenta atrapar el reflejo de la luna en un río; más allá habían subido varios carros al techo de un granero para que le dieran sombra; unos cuantos estaban clavando estacas alrededor de un arbusto para atrapar al cuco que estaba posado en él... Allá donde mirasen los ciudadanos estaban realizando las tareas más estrafalarias y faltas de sentido.
Asustados dieron media vuelta y corrieron a avisar a su señor. En aquella época se creía que la locura era contagiosa, así que antes que arriesgarse a contraerla el rey Juan decidió dar un rodeo y evitar la ciudad.
La treta acabó dando fama a la ciudad, con un dicho según el cual en Gotham son más tontos los que cruzan la villa que los que viven en ella, y que acabó derivando en una fama de simples que les hizo protagonistas de numerosos chistes.
El nombre cruza el océano
Tan popular se hizo el nombre y su asociación a un comportamiento absurdo que el escritor del siglo XIX Washintong Irving lo utilizó para denominar a su ciudad natal, Nueva York, en el periódico satírico Salmagundi. El nombre hizo fortuna y se popularizó como forma de denominar a los bajos fondos de la ciudad o, por extensión, a la ciudad entera.
Varias décadas después el escritor Bill Finger buscaba un nombre para la ciudad de Batman. Su inspiración era Nueva York, pero querían cambiar el nombre. Capital City o Coast City fueron descartados, hasta que un día, mirando una guía telefónica, se encontró con Joyeros Gotham. El nombre era idean, sonoro y con reminiscencias oscuras, y así quedó nombrada la ciudad del justiciero.
La relación entre ambas Gothams ha sido algo aceptado. El alcalde de Nueva York Giulliani escribió una carta a la Gotham inglesa reconociendo las raíces de su ciudad, y el pueblo fuera parada para el elenco de Batman cuando estaban promocionando la película por Inglaterra.
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Escultura de la ciudad de Gotham que rememora la historia de sus hombres sabios, con un Batman trepando por el lateral. |
Fuentes:
La historia de los hombres sabios de Gotham la descubrí viendo el documental Terry Jones' Medieval Lives: The peasant. A partir de ahí me puse a investigar y encontré un artículo de la BBC sobre Gotham y otro sobre sus hombres sabios. Y, por supuesto, las entradas de la Wikipedia (en inglés) sobre la Gotham real, la Gotham de Batman y los hombres sabios de Gotham.