lunes, 15 de noviembre de 2010

La cara de Sydney

La Ciudad de Sydney es la unidad administrativa que abarca el centro de Sydney. Según aparece en su web "La comunidad de la ciudad incluye unos 150.000 residentes, 350.000 trabajadores y más de 450.000 visitantes diarios (...) La Ciudad de Sydney tiene una de las poblaciones más étnicamente diversas de Australia. Casi la mitad de los residentes nacieron en el extranjero y casi el 30 por ciento de los residentes de la ciudad hablan un idioma distinto al inglés."

El proyecto La cara de Sydney consistió en fotografiar miles de residentes de la Ciudad de Sydney y unirlos para constuir unos retratos que representaran el aspecto de sus habitantes.


Las fotos van desde un bebé de dos semanas a un anciano de 93 años. Alrededor del 54 por ciento de los participantes se identificaron como de ascendencia celta anglo-sajona, el 3 por ciento como indígenas australianos, el 4 por ciento como descendientes de suramericanos y el 11 por ciento como de origen chino.

Algunos de los participantes en el proyecto.

Vía Peta Pixel.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Ha muerto Berlanga

Esta madrugada ha muerto el director de cine Luis García Berlanga. Hace apenas seis meses celebrábamos aquí su 89 cumpleaños. Con él se va uno de los grandes, con una capacidad única para la comedia y la crítica socarrona.

Descanse en paz, maestro.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Una crítica con clase

Tiene todas las virtudes que me desagradan y ninguno de los vicios que admiro.
Winston Churchill

martes, 2 de noviembre de 2010

El rey, el abad y el cocinero

Érase una vez un rey poderoso y cruel, que vivía en un castillo del que no salía sino para guerrear. Además, sus caprichos no conocían límites.

Un día tuvo el antojo de salir de caza para distraerse y persiguiendo un ciervo de extravió en el bosque. Ya era de noche, cuando a través de los árboles pude ver unas luces hacia las cuales encaminó su caballo.

Era un convento. Pidió asilo. Le dieron de cenar y, en su orgullo, no dijo ni gracias. Los frailes que le servían estaban asustados y temblaban de miedo. Uno de ellos reconoció al rey y fue a avisar al padre abad para que saludase al monarca.

-Tengo noticias de vuestro convento –le dijo el rey-. Sé que dais de comer a muchos pobres de la comarca, pero también me han dicho que vos, padre abad, no sois muy estudioso y esto no convienen al cargo que desempeñáis.

-Señor –contestó temblando el humilde fraile-; procuro cumplir con mi deber lo mejor posible.

-Está bien –dijo el monarca-. Y para convencerme de que desempeñáis bien vuestro cargo os voy a proponer tres preguntas. Si las solucionáis bien ganaréis dos cosas: la primera, que haréis pasar por mentirosos a todos los que os han calumniado y la segunda que os confirmaré en vuestro cargo para toda la vida. Si no acertáis a contestar, lo siento, pero habré de nombrar otro abad.

lunes, 1 de noviembre de 2010

El vientre maldito

Pero ahora dejadme cenar aunque sigan mis lutos,
pues no hay nada de cierto más perro que el vientre maldito
que a la fuerza nos hace pensemos en él, por deshecho
que en el alma se esté, por más hondo pesar que se tenga.
Así llena el dolor mis entrañas y él sigue llamando
a comer y beber y me impulsa al olvido de todo
cuanto llevo sufrido hasta ahora y me obliga a llenarlo.

Ulises en La Odisea de Homero.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...