Las redes sociales nos rodean, se han vuelto parte de la vida de muchos y han cambiado nuestra forma de comunicarnos e informarnos. El mundo del cortometraje no podía permanecer ajeno a esta evolución, dando lugar a obras centradas en las redes sociales o en las que estas son parte importante de la historia. Hoy os traigo cuatro de ellas, todos ellas con menos de un año, en una lista que no pretende ser exhaustiva sino, como de costumbre, simplemente traeros algunos de los cortos que me han gustado últimamente.
Empezamos con La red social (¿2011?) de Ángel Pazos, la historia de un solitario con muchos amigos que sufre una intrusión en su espacio del mundo real. El corto fue finalista en la IX edición del Notodofilmfest.
Luego una pequeña incursión en el humor con Pequeño catálogo de nuevas patologías (2011), de Moisés Romera y Marisa Crespo, que descubrí en Sala de proyección. Difícil no sentirse identificado con alguno de los casos.
En tercer lugar Fakebook (¿2011?), de Daniel Eceolaza, estudiante de tercer año de comunicación audiovisual que ganó con este cortometraje la décimo tercera edición del Festival de Cortos AdN. Alguien nos pide amistad en una red social, pero pronto la situación empieza a volverse inquietante. Lo descubrí en La vida es corta.
Y para terminar, In Memorian (2011), de Hugo Baena, otro de los finalistas del IX Notodofilmfest. En el mundo de las redes sociales a menudo es más importante la apariencia que la realidad, incluso en las situaciones más extremas.