Un anciano cortador de bambú, de nombre Taketori no Okina (el anciano que cosecha bambú), se dirigía como cada día a recolectar los tallos con los que se ganaba la vida. Pero esa mañana iba a ser distinta a las demás: al caminar por el bosque encontró frente sí un tallo de bambú que brillaba misteriosamente. Con mucha precaución procedió a cortarlo, para descubrir en su interior un hermoso bebé del tamaño de su pulgar.
Cuando se recuperó de su sorpresa, Taketori acunó a la pequeña con cuidado entre sus manos y la llevó a su casa. Su esposa y él tomaron la aparición de la niña como una bendición, y decidieron cuidarla como la hija que nunca habían tenido, llamádola Kaguya-hime (radiante princesa de la noche).
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Taketori no Okina lleva a Kaguya-hime a su casa. Dibujo de Tosa Horomichi (1650).
Fuente Wikipedia Commons. |
Tras ese día, cada vez que Taketori no Okina salía a cortar bambú, dentro de cada tallo encontraba pequeñas nueces de oro. Pronto se hizo rico, mientras Kaguya crecía hasta convertirse en una mujer extraordinariamente hermosa. Aunque el anciano intentó mantenerla aislada del mundo exterior, no pudo evitar que se extendiera la noticia de su belleza.