Durante un tiempo, cada vez que alguien de mi alrededor se quejaba de que se le había estropeado cualquier aparato (coche, ordenador, mp3...) sin motivo aparente, yo solía repetir que eso era por una cápsula de ácido que los fabricantes (o talleres) ponen dentro. El ácido desgasta poco a poco la cápsula hasta que se rompe y hay que llevarlo a reparar o comprarse uno nuevo.
Ayer descubrí que siempre había tenido razón (cosa que nunca había dudado, la verdad), aunque mi cápsula de ácido toma la forma de una serie de estrategias más sutiles que reciben el nombre genérico de Obsolescencia Programada. El que me abrió los ojos fue el documental Comprar, tirar, comprar, emitido este domingo en La 2 y que durante dos semanas estará disponible en la página web de RTVE.
En el documental podréis oír hablar de Phobeus, el cártel que reunió a todos los fabricantes de bombillas e hizo que pasaran de durar 2500 a solo 1000 horas, saber como Dupont pidió a sus químicos que cambiaran la fórmula del material para fabricar sus medias, ya que las originales de nylon duraban demasiado, y en general ver como la obsolescencia programada se ha convertido en uno de los motores que mantiene en marcha nuestra sociedad de consumo. Una sociedad en que la que los fabricantes diseñan sus artículos para no durar, para que no pare nunca el ritmo de las ventas.
Y no nos engañemos, el planeta no puede soportar un sistema basado en crecimiento ininterrumpido. Los recursos se acaban, y el continuo reponer de bienes de consumo general ingentes cantidades de desechos que acaban en vertederos de países del Tercer Mundo. Allí nuestra basura se acumula mientras jóvenes sin protección rebuscan entre toneladas de bienes de consumo para encontrar metal que vender.
Os dejo con un avance del documental invitándoos a que os paséis a verlo en su totalidad antes de que lo eliminen de la web. Recordad que el primer paso antes de solucionar un problema es ser tomar consciencia de él.