sábado, 19 de diciembre de 2009

Creo que me estoy curando - Tremendamente

Como a partir de esta entrada están llegando bastantes visitas que buscan al grupo Tremendamente, y aprovechando que hace tiempo que no pongo nada de música, os dejo uno de sus vídeos: Creo que me estoy curando (la canción en sí empieza a los 50 segundos).


viernes, 18 de diciembre de 2009

Sólo para matemáticos

Ya sé que es restringir un poco los destinatarios (aunque todo lo que aparece en la entrada puede extenderse a otros campos), pero me consta que la mayoría de mis lectores pueden encontrarle la gracia.

En primer lugar os dejo una viñeta bastante ¿reveladora? ¿irónica? ¿descriptiva? que encontré en Ovablastic (dónde no suelen indicar sus fuentes, todo sea dicho). Actualización: por a Tito Eliatron ahora sé que la viñeta proviene de Abstruse Goose. ¡Gracias!



Y a continuación un poco de música: My paper was rejected again (MP3), que he encontrado en Tito Eliatron Dixit:







My paper was rejected again

To the editor, please consider
My paper for review
The manuscript has been prepared
So my identity can’t be deduced

Your website says the turnaround time’s four months
But you’ll be four months overdue
And I’ll be feeling so blue.

And then my paper will be rejected once again

The first round was so maddening
The comments were almost laughable
But that was better than the second round
In which I received no comments at all

I waited for eight months
But no explanation was given
Not a single word of
Constructive criticism

And then my paper was rejected once again

Help me through the night,
Tell me when will this process ever come to an end?
I think my paper’s got it right
But should I throw it into the garbage bin?
Revise and submit to another journal
This process sure feels like it is eternal
But I will resend
And then

My paper will be rejected once again

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Un sol

Señora, su hijo es un sol: sale y se pone.

De la canción Su hijo es un sol de Tremendamente.

Escuchado en Como lo Oyes de Radio 3.

El mito de Aracne

Aracne era una doncella lidia famosa por su habilidad tejiendo. Pero cuando la alababan diciendo que estaba inspirada por la misma Atenea, diosa de la artesanía (por no hablar de la sabiduría y la guerra, claro), Aracne, altanera, afirmaba que su arte superaba al de la misma diosa.

Y claro, si una cosa no aguantaban los dioses (aparte de a los otros dioses), era que un simple mortal osara ponerse por encima de ellos. Queriendo darle una oportunidad para enmendarse, Atenea se presentó en el taller de Aracne disfrazada de anciana, y le aconsejó que, si bien en su ejecución podía considerarse superior a cualquier otro humano, no era una buena idea enfadar a una diosa por un quítame de ahí esos hilos, y le recomendó retractarse de sus palabras y pedir disculpas a la diosa.

Pero Aracne era demasiado orgullosa para eso, y su osadía llegó al punto de decir que, si tan buena era la diosa con la aguja, estaba dispuesta a competir con ella de igual a igual. Atenea, incapaz de aguantar más, se descubrió causando pavor en todos los presentes salvo en la misma Aracne (cosa que, como podéis imaginar, ayudó a que se enfadara más).

Así pues ambos contenientes se sentaron frente a sendos telares y comenzaron con su obra. Atenea trazó un hermoso tapiz mostrando a los dioses del Olimpo en toda su majestad. Cuando acabó su tarea y se giró, satisfecha, para contemplar el trabajo de su rival, volvió a llenarse de ira. Esa miserable mortal no sólo se había atrevido a superar su ejecución, sino que además su tapiz era un compendio de los más bajos actos de los dioses en su trato con los humanos.

Llena de furia Atenea destrozó el tapiz de Aracne y la golpeó en el rostro. La muchacha, loca de temor, corrió a colgarse con uno de sus hilos. Esto despertó la compasión de Atena; al fin y al cabo había sido vencida justamente. Pero aún así había que castigar el orgullo de la joven, así que, mientras que sostenía los pies de Aracne para que no se ahogase, la condenó a ella y a su descendencia a vivir siempre colgada de sus hilos, transformándola en una araña.

Nota: Podéis encontrar la versión clásica del mito de Aracne en Las metamorfosis de Ovidio.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Víctima de la irracionalidad

Los pitagóricos (siglos V y VI a.C.) creían, entre otras cosas, que el universo se funda en los números, y todo lo que él contiene puede expresarse mediante números o sus proporciones (números racionales). Por eso no les sentó nada bien cuando uno de los suyos, Hipaso de Metaponto, descubrió que había cantidades, como la diagonal del cuadrado unidad, que no podían expresarse mediante proporciones (números irracionales). Cuenta la leyenda que Hipaso se lo contó a sus compañeros mientras realizaban un viaje en barco. Los demás pitagóricos se enfadaron tanto ante tamaña afrenta a una de sus principales creencias que arrojaron a Hipaso por la borda. Podemos decir entonces que Hipaso fue una víctima de la irracionalidad... de sus correligionarios.

Nota: Existen varias versiones de la historia de Hipaso. Yo os he reproducido la más teatral, aunque también se dice que su descubrimiento sólo ocasionó su expulsion de la secta, que sus compañeros cavaran una tumba con su nombre para expresar su rechazo, o que avergonzado por su descubrimiento acabó suicidándose. El juego de palabras que da título a la entrada lo he tomado de la Historia de las Mátemáticas en los últimos 10.000 años de Ian Stewart.
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